El matrimonio estĂ¡ concebido como una uniĂ³n santa y estable, en donde se engendran hijos que deben ser amados y cuidados. En una separaciĂ³n, los hijos crecen incompletos ya sea sim padre o madre.
La santidad matrimonial comienza en el momento de la uniĂ³n sacramental, las relaciones sexuales antes del matrimonio rompen esa unidad y estĂ¡ adulterado una relaciĂ³n santa que se requiere para tener hijos santos.
Todos nos es permitido, pero no todo es conveniente; nacimos con inclinaciĂ³n al pecado, pero Dios es misericordioso y si arrepentidos nos volvemos a Ă©l, nos recibe con los brazos abiertos y amorosos como el padre bueno que es.