Es responsabilidad de los padres educarse y educar a los hijos para tener un concepto claro de lo que es la muerte, que es la forma de ir y estar para siempre con nuestro Señor. De nosotros depende llegar con tranquilidad a ese momento, haciendo dĂa a dĂa lo que nos corresponde en todas las áreas de nuestra vida y aceptando en paciencia los sufrimientos que Dios nos manda.