Estamos en un combate espiritual en donde lo que está en juego es nuestra salvación. Por eso es importante que conozcamos las fortalezas, debilidades y engaños de nuestros adversarios, ya que nuestra lucha no es contra carne y sangre “sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo” (Efesios 6, 12). En doce temas hablo de nuestras armas y límites y de las trampas y engaños de satanás.